División del trabajo

Qué es la división del trabajo

La división del trabajo es la fragmentación de una actividad en tareas más elementales y básicas, repartiendo las distintas tareas resultante entre personas, según sus habilidades, fuerza física y conocimiento.

Es Adam Smith (1723-1790) quien considera este concepto en todas sus dimensiones, desde el mercado mundial hasta el interior de los talleres considerándolo un enorme progreso de las sociedades industriales. Para explicarlo lo hace con su famoso ejemplo de la fábrica de alfileres donde expone porqué la división del trabajo incrementa la productividad.

Más tarde Marx y Durkheim reflexionan acerca de la división del trabajo partiendo del análisis de Smith. Para Marx la especialización del trabajo genera trabajadores con falta de entusiasmo debido al trabajo repetitivo que debe generar, lo que lo conduce a la depresión y la disminución de la productividad.

Es Frederick Taylor quien posteriormente propone el pago de un suplemento por productividad, buscando incentivar al obrero a trabajar de una manera más rápida y comprometida.

En la historia de la humanidad, siempre ha existido la división del trabajo, en mayor o menor medida, sin embargo, en sistemas económicos anteriores como el sistema feudalista, la especialización del trabajo no estaba tan desarrollada en todos los oficios, ya que abundaban los artesanos que realizaban un objeto completo, desde el principio hasta el final, por ejemplo los zapateros y sastres.

Ejemplos

La fabricación de alfileres es el ejemplo clásico de división del trabajo citado por el economista Adam Smith. De acuerdo a este autor, un obrero que no sabe hacer alfileres ni utilizar las máquinas necesarias para tal fin, difícilmente podrá hacer más de 20 alfileres diarios. Pero si se divide este trabajo en tareas y se hace un oficio de cada tarea; por ejemplo, uno tira del metal, otro lo endereza, otro lo corta, el cuarto lo afila y el quinto lo prepara para ponerle la cabeza y así hasta que esté listo para ordenarlos en los papeles se crea un trabajo con alrededor de 18 operaciones distintas. Juntos podrían llegar a realizar hasta 48.000 alfileres en un día. Esta es una de las claves del éxito del capitalismo.

El modo de producción en serie implementado por Henry Ford para la producción de automóviles es un buen ejemplo de división del trabajo. Se implementó la alta especialización de cada obrero en su tarea, el trabajo en cadena y la medición de los tiempos de producción. Además se ofrecían salarios altos, y primas por mayor productividad, con la finalidad de que los trabajadores se integraran al sistema de organización del trabajo (un trabajo menos cualificado, monótono y repetitivo), pero a la vez tuvieran motivación e incentivos, así como poder adquisitivo para el consumo.

Características de la división del trabajo

Esta forma de organizar el trabajo y la producción se cacteriza por cuatro rasgos principales:

1. La diferencia de las capacidades hace que las personas se concentren en trabajos donde tienen mayor habilidad, destreza o conocimiento. De esta manera se maximiza la productividad sin pérdida de tiempo y esfuerzo.
2. La experiencia ayuda a acumular conocimientos acerca de una actividad que lo especializa en esa tarea, pudiéndose descubrir técnicas que mejoran el rendimiento hacia ese trabajo.
3. Conocimiento específico. No es necesario que un solo trabajador domine el proceso de producción completo ni sea capaz de fabricar un producto él solo desde el principio hasta el final.
4. Se evita la pérdida de tiempo que produce el pasar de una tarea a otra, ya que la persona se concentra en un solo tipo de actividad.

¿Cuál es el objetivo de la división del trabajo?

El principal objetivo de la división del trabajo es el aumento de la productividad, la cual, combinada con las maquinarias adecuadas representa el secreto del crecimiento económico del capitalismo según Adam Smith.

Por qué la división del trabajo aumenta la productividad

Esto obedece a cinco razones principales:

1. Especializacion. Permite que cada trabajador se especialize en una sola tarea, que puede realizar de forma más rapida y eficiente.
2. Aumenta la destreza de los trabajadores para su tarea concreta, como consecuencia de la reducción de su trabajo a una sola operación, haciendo de esta operación el único empleo de su vida.
3. Más producción. Permite que cada trabajador produzca muchas más unidades de su tramo de producción, que si tuviera que realizar él solo el proceso completo.
4. El ahorro del tiempo que de otra forma se perdería al pasar de un tipo a otro de trabajo.
5. Posibilita la adquisición y el uso de maquinas que facilitan y reducen el trabajo haciendo que un solo hombre realice el trabajo de muchos.

Bibliografía

• William J. Barber, Historia del pensamiento económico, publicado por Alianza Editorial. España.
• Köhler, H. y Martín, A. (2007). Manual de la sociología del trabajo y de las relaciones laborales. 2da edición. España.