Saltar al contenido

La crisis de los tulipanes

octubre 21, 2021 Modificado el 04/12/2021 por Aitor Gª Munárriz
crisis de los tulipanes

La crisis de los tulipanes, también conocida como tulipomanía, fue un período de especulación que tuvo lugar en Holanda durante el siglo XVII. Si bien, al día de hoy Holanda es reconocida por ser el principal productor internacional de tulipanes, varios siglos atrás experimentó serios problemas económicos a causa de esta misma flor.

Durante el siglo XVII, el valor de los bulbos de tulipanes llegó a alcanzar cifras exorbitantes. De hecho, era posible adquirir una bonita casa en Ámsterdam por el mismo valor de un bulbo. A continuación podrás continuar conociendo la historia de un simple bulbo que terminó transformándose en el culpable de la primera burbuja financiera.

¿Cómo surgió la crisis de los tulipanes?

En el siglo XVI, la economía de Holanda empezó a progresar y se había convertido en un país libre que ya no dependía más de España ni de Alemania. A su vez, a nivel mundial Holanda era el país más próspero y contaba con la mayor red de comercio marítimo.

Por otra parte, en este tiempo contar con flores era una clásica forma de ostentar riqueza. Por lo tanto, cuanto más exótica y extravagante era una flor, más alto era su valor.

En sus comienzos, los tulipanes se vendían en el mercado negro holandés. Aunque por el año 1630 ya existía un amplio mercado de botánicos enfocado en la venta de tulipanes.

Gracias a los suelos arenosos de Holanda, surgieron colores extravagantes y variedades muy valoradas. En especial, porque no se podían obtener un gran número de estos tulipanes. Una de las especies más originales que todo el mundo soñaba tener se conocía como Tulipa “Semper augustus”. Se trataba de un tulipán con rayas de varios colores que podía costar lo mismo que vale una enorme mansión. Asimismo, es importante aclarar que no se podía conocer la variedad antes de que el bulbo floreciera.

¿Por qué explotó la burbuja de los tulipanes?

La crisis básicamente comenzó cuando las personas empezaron a comprar bulbos para especular su precio según el color y la rareza de la futura flor que crecería. Incluso, se hacían contratos por la adquisición de los bulbos que todavía no terminaban de crecer. Cabe destacar que el hecho de que los tulipanes únicamente florecen en primavera dificultaba la especulación. No obstante, todos los compradores mantenían viva la esperanza de conseguir un Semper augustus.

¿Cuál era la base del incremento del precio de los tulipanes?

Por el año 1636, el negocio de tulipanes se encontraba en su mejor momento. De forma adicional, estas flores tan codiciadas comenzaron a venderse por catálogo. Por supuesto, a través de magníficos libros con dibujos hechos a mano que reflejaban las distintas variedades de tulipanes.

Esta atractiva innovación generó que los valores de los tulipanes se incrementaran de forma drástica, tanto así que parecía que jamás dejarían de aumentar. Sin embargo, en 1637 este producto alcanzó su más alto valor en una subasta de 99 tulipanes exóticos. Para su compra, un coleccionista terminó la subasta ofreciendo 90 mil florines. Al día de hoy esto equivale a unos 12 millones de dólares.

La explosión de la burbuja

En consecuencia, dicha subasta dejó los valores tan elevados que al próximo día ninguna persona quiso adquirir tulipanes a ese costo. Esto hizo que la burbuja de los tulipanes explotara. Los rumores de que los tulipanes habían llegado a un precio muy elevado corrieron velozmente. Frente a esto, todas las personas buscaban vender sus bulbos de tulipán con desesperación, pero a medida que transcurrían los días esto se volvía más difícil.

De este modo, en cuestión de unos 5 días, el precio de los bulbos de tulipán bajó desmedidamente. Eran más las personas que querían vender este producto que aquellas que querían comprarlo. Por consiguiente, muchos perdieron grandes fortunas y terminaron en la quiebra.

La crisis de los tulipanes produjo un terrible desconcierto social y miles de personas fueron a la corte a reclamar. Esto hizo que el estado decidiera que se tendría que reintegrar el 10% del dinero a cada persona afectada y al mismo tiempo la deuda de los contratos a futuro debía ser cancelada. Desafortunadamente, al estallar la burbuja de los tulipanes, no existía ninguna forma de restituir el dinero. Por este motivo, se decidió anular la deuda que tenían muchas personas a raíz de los tulipanes, lo cual también generó una recesión económica aún mayor.