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Tipos de Contratos

enero 24, 2022 Modificado el 24/01/2022 por Idoia G. Munárriz
tipos de contratos

Un contrato de trabajo es un convenio formal en el que un empleador paga un salario a un empleado a cambio de sus servicios. El empleado siempre debe realizar sus actividades de acuerdo a las normas o procedimientos que le indique su empleador.

Las características de cada contrato pueden ser muy variadas, y dependen de las funciones y actividades particulares que desempeña una empresa, sin embargo sí existe una ordenación o agrupación de los contratos. Veamos la clasificación general de los tipos de contratos más utilizados en las relaciones laborales.

Tipos de contratos

Los dos tipos de contratos más importanes se definen según su naturaleza y las condiciones de trabajo, derechos y obligaciones que los caracterizan:

  1. Contrato indefinido: es aquel que se acuerda sin tener un límite de tiempo en la prestación de los servicios. En otras palabras, se conoce la fecha de inicio del contrato pero no hay fecha de finalización. Puede ser indefinido ordinario, indefinido incentivo o fijo discontinuo, en cualquier caso es posible ejecutarlos a jornada completa o parcial.
  2. Contrato temporal: se da cuando la relación laboral entre el trabajador y el empresario tiene una duración determinada para la prestación de los servicios. Es decir, desde el inicio, queda establecido cuando finalizará el contrato.

✔️ Descubre también: qué es un contrato de compraventa.

7 Tipos de contratos laborales

Los contratos se puden clasificar de acuerdo a su duración en el tiempo, y también según su naturaleza. Los 7 tipos de contratos temporales más relevantes son:

  1. Contrato de obra o servicio determinado: se realiza con la finalidad de ejecutar obras o servicios con autonomía y sustantividad propias dentro de las actividades de la empresa. Su duración es incierta pero no puede ser superior a tres años.
  2. Contrato eventual por circunstancias de la producción. Se realizan por necesidades puntuales del mercado, como exceso de pedidos o acumulación de tareas, aunque se trate de las actividades habituales de la empresa.
  3. Contrato de interinidad: se utiliza para sustituir a trabajadores con derecho a reserva del puesto de trabajo o para cubrir temporalmente un puesto durante un proceso de selección o promoción de personal.
  4. Contratos temporales incentivados: son contratos remunerados que se destinan a la contratación de ciertos grupos que tienen más complicado el acceso al mercado laboral. Por ejemplo: mujeres víctimas de violencia de género, discapacitados o jóvenes recién titulados.
  5. Contrato de relevo: es utilizado para sustituir a un trabajador de la empresa que accede a la jubilación parcial. El trabajador suplente debe estar inscrito como desempleado para poder realizar este contrato.
  6. Contrato para la formación y el aprendizaje: es una modalidad que combina la actividad laboral retribuida y la actividad formativa, facilitando la inserción laboral adecuada de las personas jóvenes. La formación recibida permite obtener una titulación oficial en formación profesional o un certificado de profesionalidad. Esta modalidad de contrato solo debería utilizarse con jóvenes entre dieciséis y treinta años de edad. Su duración mínima es de un año y puede extenderse hasta tres años de relación laboral.
  7. Contrato en prácticas: pretenden mejorar la cualificación y competencias profesionales de los empleados a través de las prácticas laborales relacionadas con su titulación. Para realizarlo, salvo excepciones, no pueden pasar más de cinco años desde que el trabajador terminase sus estudios. Además, su duración no podrá ser inferior a seis meses ni superior a dos años

Bibliografía

  • Limia, S. (2007). Legislación laboral. Introducción al derecho laboral y de la seguridad social. España: Ideaspropias Editorial.
  • García, J., García, M., Goerlich, J., Guamán, A., López, M. y López, E. (2010). Contratación laboral y tipos de contrato: Criterios Jurisprudenciales. España: LEX NOVA, S.A.