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Perestroika

diciembre 20, 2021 Modificado el 19/09/2022 por Aitor Gª Munárriz
La Perestroika

Para entender qué fue la Perestroika y qué consecuencias provocó en el seno de la Unión Soviética es necesario embarcarnos en un viaje al pasado para ubicarnos en plena década de 1980, donde una de las mayores fricciones geopolíticas y militares de la historia se encontraba en pleno apogeo: hablamos de la Guerra Fría.

En un marco internacional donde las dos potencias más significativas del momento; Estados Unidos y La Unión Soviética, necesitaban el apoyo e influencias de otros países para la supervivencia de las ideologías reinantes.

Veremos qué fue la Perestroika, qué significado tenía y cómo fue aplicada en un entorno donde comenzaría una revolución interna capaz de amenazar los cimientos de una nación, que hasta el momento se había regido únicamente por aplicar una política social-comunista.

¿Qué es la Perestroika? Definición

La Perestroika fue una reforma económica interna, una de las más importantes llevadas a cabo en toda la historia de la Unión Soviética, hoy Rusia, que se inició el 23 de abril 1985. Justo un mes después de que Mijaíl Gorbachov tomará el poder como secretario general.

Su objetivo estaba claro: reconducir la economía nacional socialista hacia una posición mucho más abierta internacionalmente, dando cabida al capital privado y permitiendo adentrar al país en un marco competitivo.

Aunque era evidente que la intención pasaba por democratizar el sistema económico, el proceso para lograrlo, así como las consecuencias que provocó en todos los niveles de la sociedad, fueron tan grandes que terminarían llevando al país a la quiebra.

Su traducción al español es “reestructuración”, un proceso que permitiría modernizar todo el sistema económico soviético y, siempre dentro de los márgenes del socialismo, permitir que la industria fuera descentralizada, más competitiva y ligeramente privada, evitando que la última palabra dependiera siempre del estado.

Aunque sus efectos fueron realmente severos en la sociedad y su estabilidad, permitió que el país tomase un nuevo rumbo, dejase atrás viejas costumbres y dotase tanto a la sociedad como a la industria de los mecanismos necesarios para reorganizar su estructura financiera.

Su impacto en la sociedad también fue notable, aunque también vino acompañado de otras reformas e iniciativas que potenciaron su efecto. La apertura de fronteras y eliminación de barreras geopolíticas permitieron que también el pueblo ruso gozase de nuevos privilegios como la libertad de prensa. Se iniciaba un proceso por el que la economía sería mucho más competitiva y accesible a cualquiera.

Causas y consecuencias

La Perestroika nació como parte de un proyecto nacional para dar por cerrada una etapa comunista claramente fallida. El bloqueo de los mercados, la limitación de la industria y su control autoritario por parte del estado, impedían que la Unión Soviética fuera competitiva en un mercado internacional cada vez más globalizado.

Mijaíl Gorbachov, secretario general de la Unión Soviética, sabía que para que la socialismo perviviese dentro de la sociedad era necesario realizar una serie de reestructuraciones en el plan económico del país a fin de poder preservarlo.

En 1985, concretamente el 23 de abril, se daría por iniciada la Perestroika, la cual permitiría reconvertir la economía de mercado del país en 500 días, abriendo la puerta hacia nuevas inversiones y oportunidades de mercado con occidente. La Unión Soviética iniciaba así un complejo proceso de reconversión donde claramente se mostraban las primeras pautas a seguir hacia la democracia.

Mijaíl Gorbachov
Mijaíl Gorbachov

El reto al que se enfrentaba la medida de Gorbachov y su equipo de gobierno por reconvertir al país no era una gesta sencilla. Las consecuencias y problemas que se derivaron desde el inicio de la Perestroika fueron tan notables que terminaron por acabar con su propio gobierno y condujeron al país hacia la quiebra, dando por disuelta la propia Unión Soviética, aunque este aspecto lo desgranaremos líneas más abajo.

La reforma económica impulsada por Gorbachov seguía implacable, a pesar de las constantes limitaciones y boicots impuestos por los estamentos más poderosos. La corrupción era uno de los aspectos que se pretendían aplacar con esta medida.

Influencia de la Perestroika al fin de comunismo soviético

Una de las principales metas de esta reforma económica era revolucionar la economía interna, y la apertura de fronteras en el comercio ayudó notablemente, donde el mercado se abriría paso ante las restricciones y limitaciones a las que estaba supeditado por parte del Estado.

Sin embargo, la Perestroika no resultó ser tan sencilla de aplicar como se esperaba, ya que todo el aparato comunista soviético presentaba una resistencia feroz a cualquier cambio. Una de las reacciones más significativas fue la desestabilización del país hasta niveles insospechados, lo que provocó incluso la dimisión del propio secretario general.

La pertenencia de la industria al Estado fue liberándose, las inversiones extranjeras tenían cabida en una economía cada vez más inestable a causa de las grandes diferencias que mantenía y el valor del dinero sufrió severas caídas.

La Perestroika continuó aplicándose y los precios se liberalizaron en 1992, a pesar de las presiones recibidas por parte del bloque conservador y comunista soviético. Se dio paso a una economía de mercado, dejando atrás la centralización planificada y fomentando la empresa privada, un concepto totalmente ajeno a los principios comunistas.

En 1991 y, tras un intento fallido de golpe de estado por parte de los altos cargos de la KGB y el PCUS, se logró firmar un tratado por el que la Unión Soviética quedaba completamente disuelta, dando paso a la Federación de Rusia, presidida por el presidente Boris Yeltsin.

No cabe duda de que la iniciativa planteada por Gorbachov resultó ser el impulso y cambio de rumbo que Rusia necesitaba. Ante un panorama económico mucho más competitivo y las limitaciones del bloque soviético, la Perestroika logró penetrar en todas las capas de la sociedad, permitiendo que el cambio se realizase y el país retomase el pulso a los nuevos retos que occidente planteaba.