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Pasivo Fijo o de Largo Plazo

noviembre 24, 2022 Modificado el 24/11/2022 por Idoia G. Munárriz
pasivo fijo

Qué es el pasivo fijo o pasivo no corriente

El pasivo fijo o no corriente es el conjunto de deudas y obligaciones a largo plazo que han sido adquiridas por una empresa para financiar sus operaciones durante un periodo de tiempo superior a un año. Algunos ejemplos de partidas contables del pasivo no corriente son los créditos, hipotecas, bonos, documentos por pagar, cobros anticipados o provisiones a largo plazo.

En resumen, el pasivo corriente está conformado por todas las obligaciones de pago que la empresa debe saldar en un plazo mayor a 365 días, es decir, un año. En general, suelen ser deudas de gran magnitud que se destinan a financiar infraestructura, inversiones o mejoras productivas, que la empresa no puede financiar en el corto plazo. Al tratarse de grandes inversiones, la empresa necesita más tiempo para generar suficientes ingresos que le permitan cubrir los compromisos que ha adquirido.

El pasivo no corriente se refleja en el balance general de la contabilidad de las empresas y son créditos, concesiones o préstamos que pueden obtenerse de instituciones financieras públicas o privadas.

Por lo general, las empresas están obligadas a pagar intereses por el uso de los recursos financieros que han adquirido a través de deudas, créditos o hipotecas. Esto es así, hasta que se cumpla el plazo de vencimiento y la empresa pague de forma efectiva la cuantía total de la deuda que ha contraído. Dichos intereses pueden pagarse de forma mensual o anual, dependiendo de las condiciones que la empresa haya establecido con la institución financiera o con su acreedor.

De manera que, las empresas deben planificar y prever el uso de sus recursos físicos y financieros para poder hacer frente al pago de los pasivos de largo plazo, sin caer en impagos o retrasos que les acarreen sanciones, multas, altos intereses o pérdidas económicas y de credibilidad.

Ejemplos de pasivo fijo

Para entender mejor el concepto del pasivo fijo, veamos a continuación algunos ejemplos:

  1. Hipotecas. Son préstamos de largo plazo que las empresas solicitan para adquirir locales, galpones o viviendas. Están garantizados con bienes muebles o inmuebles, Es decir, que su garantía recae en algún activo de la empresa que deberá ceder en caso de no pagar el préstamo.
  2. Préstamos. Son deudas de largo plazo que la empresa puede obtener en cualquier institución de crédito. Suelen ser pagaderos a más de un año y en ocasiones deben ponerse como aval bienes o propiedades de la empresa.
  3. Documentos, efectos, letras o pagarés. Se trata de todos los pagos que la empresa debe liquidar de forma obligatoria en un plazo mayor a un año por concepto de estos documentos, efectos o pagarés.
  4. Créditos o bonos. Se refiere a los préstamos que son otorgados por  los bancos en forma de créditos o bonos, cuyo plazo de vencimiento se encuentra entre 12 y 48 meses.

¿Qué cuentas pertenecen al pasivo fijo?

En contabilidad, las cuentas del pasivo fijo representan todas las obligaciones que la empresa debe pagar a largo plazo o en más de 365 días. Las cuentas contables utilizadas para registrar el pasivo fijo son:

  1. Cuentas por pagar a largo plazo.
  2. Deudas a largo plazo.
  3. Documentos por pagar a largo plazo.
  4. Hipotecas por pagar o Acreedores hipotecarios.
  5. Pasivos por concepto de impuesto diferidos.
  6. Préstamos bancarios a largo plazo.
  7. Provisiones a largo plazo.

Diferencia pasivo fijo y circulante

El pasivo fijo son aquellas obligaciones que la empresa debe pagar en un plazo superior a un año, mientras que el pasivo circulante son las obligaciones de pago que deben realizarse en un plazo de un año o inferior. La diferencia entre el pasivo fijo y el pasivo circulante es el plazo de vencimiento de sus deudas y obligaciones, siendo este superior o inferior a un año respectivamente.

Además, las deudas correspondientes a los pasivos de corto plazo suelen ser montos de dinero relativamente pequeños que se utilizan para financiar las compras de materias primas, créditos a los clientes y cualquier otra operación de mediana magnitud. Por su parte, las obligaciones de largo plazo representan grandes o importantes montos de dinero que pueden ser utilizados para adquirir equipos, maquinarias o cualquier inversión de capital.

Bibliografía

  • Pérez, J. (2013). La contabilidad y los estados financieros. España: ESIC Editorial.
  • Sánchez, O. (2011). Análisis contable y financiero. España: Ediciones Paraninfo S.A.