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Obsolescencia programada

noviembre 22, 2021 Modificado el 28/01/2022 por Idoia G. Munárriz
obsolescencia programada

Qué es la obsolescencia programada

La obsolescencia programada es una estrategia comercial en la que de forma deliberada se hace que tras un cierto tiempo de uso, un producto quede anticuado o su vida útil termine, tras lo cual dejará de funcionar o lo hará de manera deficiente.

Su objetivo es que el consumidor deba comprar un nuevo producto para reemplazar al anterior y así aumentar las ventas.

Las 2 ideas claves de este concepto son:

  • Al cabo de un tiempo los productos se romperán o dejarán de ser funcionales (obsolescencia).
  • Esta pérdida de funcionalidad está hecha a propósito por el fabricante (programada).

Los fabricantes o productores diseñan los productos para que tengan una vida útil determinada y tras un periodo de tiempo, el producto quedará obsoleto, cuando no totalmente inutilizado e inservible, así que el consumidor debe adquirir un nuevo producto. En ocasiones el consumidor puede decidir si quiere reparar el artículo obsoleto o adquirir un artículo nuevo, aunque en muchas oportunidades la segunda opción es más económica. La obsolescencia programada estimula la demanda de consumo y se utiliza en gran cantidad de productos para fomentar las compras y aumentar los beneficios de las empresas que la practican.

¿Cómo funciona la obsolescencia programada? El fabricante puede reemplazar un modelo antiguo por otro más nuevo o superior, como por ejemplo ocurre con los móviles, o bien, diseñarlo a propósito para que tras un cierto número de usos se estropee por completo, como puede pasar con algunas cámaras de fotos o impresoras.

La obsolescencia programada en inglés se conoce como «planned obsolescence«.

Cómo surgió

El termino obsolescencia programada surgió en 1932, con un texto publicado por Bernard London, quien describió la obsolescencia como una solución para salir de la depresión económica tras el crack del 29. Posteriormente, en la década de 1950, el término ya era ampliamente conocido y utilizado por la sociedad para referirse a productos que se rompían rápido o que enseguida quedaban anticuados.

Ejemplos de obsolescencia programada

  • Bombillas: diseñados con un número de horas determinado que define su vida útil.
  • Baterías de móviles o celulares: integradas en los teléfonos, duran un tiempo determinado tras el cual comienzan a fallar.
  • Electrodomésticos: duran por un tiempo definido, como por ejemplo los televisores.
  • Artículos electrónicos: funcionan durante un tiempo o pueden tener un número de usos determinado como las impresoras.
  • Cámaras fotográficas: diseñadas para durar un cierto número de disparos.
  • Ropa de mala calidad: tras algunos lavados pierde su color o las costuras se rompen.
  • Innovaciones tecnológicas: las empresas lanzan un modelo de teléfono y meses más tarde sacan un modelo similar con alguna característica distinta que incentive su consumo.

¿Para qué se creó?

El concepto de obsolescencia programada se creó con la finalidad de garantizar beneficio económico en las empresas, obligando a los consumidores a adquirir productos nuevos cada cierto tiempo. Pretende generar ingresos sostenidos debido a la necesidad recurrente de sustituir los artículos adquiridos por otros nuevos cada cierto tiempo.

Cuando se reduce la vida útil de un producto el consumidor debe adquirirlo con más frecuencia y en varias ocasiones. Por ejemplo un bombillo o una impresora deben reemplazarse cuando su vida útil termine.

Las industrias determinan la vida útil de un producto para asegurar cierto nivel de demanda, por el contrario si fabricaran productos que durarán toda la vida lógicamente pondrían en riesgo la operatividad de la fábrica.

3 tipos de obsolescencia

Existen tres tipos de obsolescencia en los productos o bienes de consumo:

  • Obsolescencia programada: la empresa que crea el producto deliberadamente determina el tiempo de su vida útil y garantiza ese tiempo de funcionamiento óptimo solo durante un tiempo más o menos corto, como dos años.
  • Obsolescencia percibida o psicológica: se produce cuando la empresa renueva la imagen superficial de su producto cuando observa que a los consumidores su anterior diseño ya no les resulta atractivo. El consumidor siente deseos de adquirir el nuevo producto porque siente que el que tiene es anticuado. No obstante, esto no significa que el producto ya no funcione, sino simplemente es el consumidor quien desea cambiarlo por motivos de moda o diseño.
  • Obsolescencia de especulación: el producto se vende a un precio bajo pero en una forma básica y carente de ciertas características, que más tarde el consumidor deseará añadir, aumentando así su gasto final.

Soluciones

  • Legislación que obligue a los productores a ofrecer una garantía mínima. Esto ocurrió por ejemplo en la Unión Europea donde los fabricantes deben garantizar el funcionamiento de los teléfonos y aparatos electrónicos durante dos años.
  • Reparar y reutilizar tus productos antes de desecharlos o reemplazarlos.
  • Antes de comprar ten presente tu necesidad real.
  • Investiga sobre las características del producto que vas a comprar, su calidad, durabilidad y la reputación del fabricante.
  • Sé racional: no te dejes llevar por las tendencias o modas, considera si realmente necesitas algo antes de comprarlo.

¿Es legal?

La obsolescencia programada es legal, dado que no existe ninguna ley o regulación que distinga la obsolescencia programada como un delito que requiera cargos penales o civiles. Sin embargo la cantidad de desechos y residuos que deja el consumo excesivo han preocupado a los gobiernos de todo el mundo.

En Europa se encendieron las alarmas en el año 2017 cuando el Parlamento Europeo hizo un llamamiento donde afirmaban que “los consumidores deberían saber aproximadamente cuánto durarán sus productos y cómo pueden ser reparados”. La ley europea actual obliga a los fabricantes a garantizar el funcionamiento de sus productos electrónicos durante dos años.

En Francia han sido pioneros para garantizar la información de todos los productos a los consumidores e incluso persiguen penalmente la obsolescencia programada.

En España también se aprobó una propuesta que invita al Gobierno a poner en marcha acciones contra la obsolescencia programada a través del alargamiento de las garantías o la reducción de residuos.

La tendencia planteada por la Comisión Europea apunta a “mantener el valor de los productos y los materiales durante el mayor tiempo posible”.

Pros y contras

Ventajas de la obsolescencia programada

  • Estimula el consumo y aumenta las ventas y beneficios de las empresas.
  • Fomenta la investigación y desarrollo de nuevos productos.
  • Genera empleos, dada la necesidad recurrente de fabricar nuevos productos.

Desventajas de la obsolescencia programada

  • Genera un gasto innecesrio a los consumidores.
  • Gasto innecesario de materias primas y recursos naturales.
  • Exceso de residuos y basura, e incremento de la contaminación durante el proceso de fabricación y deshecho de los productos.

¿A quién perjudica?

La obsolescencia programada perjudica directamente a los consumidores porque deben gastar más ingresos para adquirir productos, que van dañan cada cierto tiempo. También perjudica a la sociedad y al planeta, ya que consume gran cantidad de recursos naturales necesarios en el proceso de fabricación, genera deshechos e incrementa la contaminación del planeta,

¿Cómo afecta al medio ambiente?

La obsolescencia programada afecta negativamente al medio ambiente, debido a la proliferación de productos y desechos no biodegradables, así como a la sobreexplotación de recursos naturales como materias primas, agua y energía, necesarios para fabricar nuevos bienes de consumo.

Referencias

  1. Bernard London. Ending the depression through planned obsolescence, 1932. Consultado en web.archive.org
  2. Bidgoli, Hossein (2010). The handbook of technology management. John Wiley & Sons.
  3. Piñeyro-Nelson, A.; Van Heerwaarden, J.; Perales, H. R.; Serratos-Hernández, J. A.; Rangel, A.; Hufford, M. B.; Gepts, P. Garay-Arroyo, A. et al. (2009-02). «Transgenes in Mexican maize: molecular evidence and methodological considerations for GMO detection in landrace populations». Molecular Ecology.