Inteligencia Emocional - La Ciencia Económica

Qué es la inteligencia emocional

En sociología, la inteligencia emocional se define como el conjunto de habilidades psicológicas que nos permiten conocer y expresar nuestras emociones adecuadamente, así como entender las emociones de nuestros semejantes. Este conocimiento, nos facilita la consecución de nuestros objetivos.

En 1983 Gardner introdujo la idea de que los indicadores de inteligencia, como el coeficiente intelectual, no explican la capacidad cognitiva de una persona. Había es decir, había más componentes de la inteligencia, que hasta entonces no se habían tomado en cuenta y era necesario analizar. Él las llamó «las inteligencias múltiples».

Así surgió la idea del estudio de la inteligencia emocional, que posteriormente los autores Solovey y Goleman desarrollaron y completaron. Pero, ¿de qué trataba est nuevo tipo de inteligencia?

Inteligencia emocional según autores

Para el psicólogo Solovey, la inteligencia emocional está basada en cinco áreas, es decir, es una combinación de 5 factores:

Conocer las propias emociones, la conciencia de uno mismo, el autoconocimiento permite controlar las emociones y sentimientos.
Gestrionar las emociones, la capacidad de poder manejar los sentimientos de forma adecuada. Esta capacidad se basa en la anterior
Auto motivación, es la capacidad de ordenar las emociones y ponerlas al servicio de un objetivo, logrando la fuerza interior para llevar a cabo una acción. Se llama también motivación de uno mismo.
Reconocer las emociones de los demás. Es la capacidad de conciencia frente a los otros, la empatía.
Manejar las relaciones, es decir, saber relacionarnos con los demás de manera adecuada, constructiva y justa.

Cómo desarrollar la inteligencia emocinal

Según apuntan muchos psicólogos, los primeros 4 pasos para desarrollar la inteligencia emocional son:

Contactar con tus emociones, incluso con esas que te resultan “desagradables” y mira cómo influyen en ti.
Describir esa emoción de la manera más específica. Estoy enfadado, indignado, traicionado, mal tratado, engañado etc.
No te dejes llevar por la primera impresión de tu emoción, si por ejemplo estas enfadado porque te sientes traicionado, detrás de esa ira o enfado puede existir la tristeza.
No juzgues tus emociones. Las emociones te dan información sobre ti y lo que te está ocurriendo, tu manera de reaccionar. Si no las escuchas perderías esa información tuya. Aquí puedes comprender cómo te ayudan las emociones y qué significa cada una:
- El miedo, te alerta de una situación en la que no cuentas o sientes que no cuentas con herramientas o recursos suficientes.
- El enfado, te avisa de una vulneración de tus derechos o necesidades.
- La tristeza se produce por la pérdida de algo valioso para ti.
- La alegría, es una emoción muy agradable y motivadora, te ayuda a expandir y te da fuerza para llevar a cabo tus proyectos.

En definitiva, las emociones no son positivas o negativas, todas ellas constituyen una valiosa información sobre nosotros mismos. Una vez que hemos sabido identificar nuestras emociones, debemos pasar a expresarlas de una manera correcta, esto es asertiva.

Es importante en esta fase identificar la emoción en primera persona, es decir, me siento «así» cuando «haces esto». Por ejemplo, me siento triste (comunicas la emoción en primera persona) cuando te olvidas de la fecha de mi cumpleaños (describimos las situación no hacemos un juicio). Puedes añadir también aquello que necesitas, como «necesito o deseo que estés más atento a esta fecha».

Cómo aplicar la inteligencia emocional en el trabajo

Los conocimientos que nos aporta la inteligencia emocional podemos aplicarlos en nuestra vida profesional. Las habilidades de la inteligencia emocional son cinco

Autoconocimiento. Estar atento a tus emociones, sentimientos, escucha tu interior. Puedes llevar una libreta en la que recojas como te sientes, que te ha hecho sentir así, que has hecho para sobreponerte.
Autocontrol. Ten presente tu capacidad de superar obstáculos, ten confianza en tus habilidades, capacidades y conocimientos. Ante un problema mira las diversas formas de afrontarlo y solucionarlo.
Automotivación. La motivación es el motor que nos mueve para conseguir nuestras metas. Saber buscar la manera de animarnos, fomentar la confianza en nuestras capacidades, saber ser nuestro mejor aliado. Puedes premiarte por un logro alcanzado o bien saber tomar un descanso en una situación estresante.
Empatía. Hasta ahora las habilidades eran de nosotros con nosotros mismos, pero también debemos desarrollar la empatía, es decir la capacidad de ponerse “en la piel del otro”. Mirar cómo se siente el otro, saber comunicarse con el otro con firmeza pero sin agresividad.
Relaciones sociales. Las relaciones en el ámbito laboral son muy importantes y pueden tener un efecto muy positivo en nuestro trabajo y desarrollo. Crear una buena atmósfera, y una buena comunicación con los compañeros de trabajo beneficia a todos.

Para las relaciones sociales es fundamental saber comunicarse y saber escuchar. Para comunicarse con hace falta tener asertividad es decir poder plantear tus razones respetando a los otros que pueden tener otra opinión. Además lo que comunicamos lo debemos hacer con claridad de tal manera que quede claro nuestro mensaje. Igualmente escuchar atentamente a lo que otros nos comunican y participar en su comunicación

Inteligencia emocional en la escuela

La inteligencia emocional forma parte del desarrollo integral de la persona, por este motivo la escuela es un lugar idóneo para fomentarla. En la escuela los niños van a pasar muchas horas con otros compañeros y es su segundo ámbito de socialización, después de la familia. Desarrollar la asertividad, la responsabilidad, empatía, autocontrol y cooperación mejora la salud emocional del niño, su capacidad de comunicación con su entorno y por ende su éxito escolar.

Es aconsejable que esta educación emocional forme parte de un plan transversal, que vaya desde los 2 años hasta los 18.

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