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Costes hundidos

noviembre 23, 2022 Modificado el 24/11/2022 por Idoia G. Munárriz
costes hundidos

Qué son costes hundidos

En economía, los costes hundidos o sumergidos (sunk costs) son todos aquellos desembolos realizados por una empresa en el pasado, que ésta ya no podrá recuperar. Por ejemplo el gasto realizado en marketing, en publicidad, el gasto por mantenimiento de maquinaria y los salarios del personal.

La característica más importante de los costes hundidos o costos muertos es que son costes irrecuperables, en los que la compañía ya ha incurrido y no se puede hacer nada para recobrarlos. Generalmente se trata de tiempo invertido o dinero gastado. Este concepto es frecuente en el ámbito empresarial, y resulta especialmente útil en la toma de decisiones de negocios y la estrategia.

En teóría microeconómica se establece que los costos hundidos no deben afectar a la toma de decisiones sobre eventos futuros en una empresa. La razón es que los gastos hundidos ya se han realizado y no van a cambiar, independientemente de las nuevas decisiones que la empresa tome en el futuro. Los costos sumergidos no ser verán afectados, independientemente de las decisiones que se tomen. Por tanto, los gerentes, directivos y otros agentes económicos, no deberían dejar que los costes hundidos afecten a las decisiones futuras de la empresa. Sin embargo, en la vida real, los tomadores de decisiones no siempre se comportan de forma racional.

Muchas veces somos propensos a actuar de maneras no tan lógicas, debido a varias causas, como la aversión a las pérdidas y los sesgos cognitivos. De forma que tanto directivos, como consumidores e incluso personas normales terminamos cometiendo errores a la hora de comportarnos y tomar decisiones respecto a nuestra economía, nuestra educación e incluso a nuestra elección de pareje, debido a que a menudo caemos en la falacia de los costes hundidos. De modo que aunque en la economía clásica los costes hundidos no deberían afectar a nuestras decisiones, la economía del comportamiento nos demuestra que muy a menudo, los costos hundidos afectan y mucho a nuestra psicología y por tanto, a las decisiones que tomamos a futuro.

Ejemplos de costes hundidos

Son ejemplos de costes hundidos el tiempo dedicado a un proyecto, la instalación de un software específico de gestión de inventarios, el gasto que una empresa realizó en marketing y publicidad, los pagos de sueldos y salarios pasados y el pago de alquileres de meses anteriores.

Coste hundido y coste de oportunidad

El coste hundido es todo gasto o desembolso realizado en el pasado y que ya no puede recuperarse. En cambio el coste de oportunidad son las rentas o beneficios que se dejan de ganar, al haber tomado una determinada decisión. Por ejemplo, si decido gastar mis ahorros en adquirir una vivienda, mi costo de oportunidad es que ya no podrlé invertir ese dinero en bolsa y por tanto no recibiré dividendos.

Tipos de costes hundidos endógenos y exógenos

En teoría económica existen dos tipos de costos hundidos, endógenos y exógenos, que se diferencian en que los costes endógenos son escogidos libermente por las empresas, mientras que los exógenos son obligatorios para llevar a cabo la actividad productiva.

Costos hundidos endógenos

Los costes hundidos endógenos (Sutton 1991) son aquellos que tienen la capacidad de incrementar el precio que un consumidor aceparía pagar por un producto, pero también incrementan los costes fijos de la empresa, y por tanto, su escala óptima de producción. Son ejemplos de costes endógenos la inversión en marketing y publicidad, e investigación y desarrollo (I+D+I).

Los costes endógenos son aquellos que las empresas deciden libremente «hundir». La predicción del economista Sutton es que los mercados con costes hundidos endógenos hacen que la escala óptima de las empresas aumente, favoreciendo la existencia de compañías más grandes.

Costes hundidos exógenos

Los costes hundidos exógenos son aquellos en que las empresas debe incurrir obligatoriamente para establecerse en una determinada industria o mercado, por ejemplo la compra de maquinaria o el pago del alquiler de una nave industrial.