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14 principios de Fayol

mayo 30, 2022 Modificado el 31/05/2022 por Idoia G. Munárriz
14 principios de Fayol

14 principios de la administración de Henri Fayol

La aportación más importante de Henri Fayol a las ciencias administrativas son sus 14 principios de la administración, una serie de guías para directores y administradores, cuyo objetivo es que la empresa funcione de forma eficiente, utilizando sus recursos de manera óptima. Los 14 principios son: la división del trabajo, la disciplina, la autoridad, la unidad de mando, la unidad de dirección, centralización, remuneración, estabilidad del personal, equidad, orden, iniciativa, interés general, trabajo en equipo y jerarquía.

Este conjunto de preceptos condensa y resume todos los estudios e investigaciones de Fayol, así como la experiencia real que acumuló en su vida, durante sus años de desempeño como director de una compañía siderúrgica y minera. Constituyen una guía para la correcta administración y funcionamiento de las empresas, y persiguen no solo la optimización de los recursos, sino también sacar el máximo provecha de la función administrativa, que es uno de los pilares de la empresa.

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Listado de los 14 principios de Fayol

Veamos cuáles son los 14 principios de Fayol aplicados a la administración de empresas en este listado, con una explicación de cada uno de ellos:

  1. División del trabajo. Significa que en la compañía deben existir diferentes áreas que se enfoquen en actividades concretas y específicas, y dentro de cada una de ellas, deben definirse puestos especializados para las diferentes personas que componen el departamento. Cuando el trabajo está especializado se realiza de manera más eficiente, lo cual no significa que los trabajadores deban trabajar en solitario, ya que según el tipo de actividad, el trabajo en grupo permite aprovechar las sinergias de un equipo multidisciplinar.
  2. Disciplina. Es la manera de ordenar cómo debe realizarse el trabajo y cómo deben comportarse los empleados entre sí, cumpliendo algunas normas, respetando las órdenes asignadas, para lo cuál puede establecerse un sistema de incentivos, es decir de premios y castigos para quienes cumplen de forma adecuada con las tareas y objetivos asignados. Además, todos los empleados de la organización, desde los puestos directivos a los más bajos, deben tratarse entre sí de manera adecuada y respetuosa.
  3. Autoridad. Todos los puestos de la empresa que requieran tener que dirigir a un equipo de personas o dar órdenes generales, deben tener un nivel de autoridad acorde y equilibrado, en relación a su puesto y sus obligaciones.
  4. Unidad de mando. Cada trabajador debe responder solamente ante un jefe, y no recibir órdenes de varias cadenas de mando diferentes. Esto se hace para simplificar y evitar confusiones a los trabajadores, que de lo contrario podrían recibir órdenes contradictorias, y tener que gestionar los conflictos que esto podría ocasionar.
  5. Unidad de dirección. Para que una empresa sea eficiente, sus gestores y administradores deben tener claro cuál es el objetivo que persiguen. Es decir, a pesar de que en una organización existen diferentes departamentos, todos deben remar en la misma dirección, de acuerdo a un plan estratégico y plan de acción previamente definido.
  6. Centralización. Significa que en los niveles más altos o directivos de la empresa, la autoridad debe estar concentrada en pocas manos. Esto no quiere decir que dichas personas no deleguen, al contrario, tareas y responsabilidades concretas, especialmente de la operativa del día a día pueden y deben delegarse entre los gerentes, directores o trabajadores de niveles jerárquicos inferiores.
  7. Remuneración. Los empleados de una empresa deben estar bien pagados, es decir, recibir un salario justo en relación a su formación, su desempeño, su motivación, consecución de los objetivos establecidos y especialmente a su nivel de productividad. La remuneracion puede ser tanto económica (dinero), como no económica (ascensos, premios, incentivos, reconocimientos, cumplidos).
  8. Estabilidad del personal. Cuando en una empresa la rotación del personal es demasiado alta, el rendimiento de la compañía puede verse disminuido. Esto significará que los empleados no tendrán mucha experiencia, no conocerán bien los entresijos de la compañía, no tandrán una relación cercana de confianza con clientes ni proveedores, y probablemente su motivación no será alta.
  9. Equidad. Cada trabajador es importante, independientemente de su nivel jerárquico y debe ser tratado con amabilidad, respeto y de manera justa. Especialmente los directivos deben dar ejemplo y ofrecer un trato justo e imparcial a todos los empleados.
  10. Orden. El orden es muy importante en la empresa y debe reflejarse en todos los aspectos, desde el orden en la planta productiva, hasta las mesas de las oficinas financieras. Además, cada trabajador debe estar en el lugar más idóneo para él, es decir debe ocupar el cargo que más se adapte a sus capacidades y conocimientos. De esta forma, tanto persoanas como objetos, deben ocupar el lugar que les corresponde.
  11. Iniciativa. Fayol afirma que debe estimularse y permitirse la iniciativa en los trabajadores, permitiendo que desarrollen sus trabajo con cierto grado de libertad y flexibilidad. De esta forma pueden aportar nuevas ideas, crear nuevos procedimientos o mejorar los existentes, y en definitiva enriquecer la empresa y aportar nuevas soluciones más eficaces.
  12. Subordinación del interés particular al general. Los intereses u objetivos particulares de los trabajadores o de un departamento concreto, no deben nunca estar por encima del interés general de la empresa.
  13. Trabajo en equipo. El trabajo en equipo crea sinergias que ofrecen resultados muy positivos para la empresa. Favorece el desarrollo de la cultura organizacional y saca lo mejor de cada miembro del equipo, haciendo que cada uno se sienta integrado, motivado e incluido, gracias al apoyo del resto de miembros del equipo.
  14. Jerarquía. Debe diseñarse e implementarse una línea de mando bien definida y clara para todos los empleados sobre la jerarquía de la empresa, a todos los niveles. El último de los 14 principios de Fayol exige un respeto total por la línea jerárquica de la empresa, que debe ser seguida a lo largo de toda la cadena de mando.

Bibliografía

  • Heames, J., Pryor, M. y  Taneja, S. (2010). Henri Fayol, practitioner and theoretician–revered and reviled. Journal of Management History.
  • Robbins, S. y Coulter, M. (2014). Administración. México: Pearson Educación.